domingo, 12 de octubre de 2008

Agua risueña

¡Mirala...! Ahí está, tan linda como siempre. Carita duce, expresiva, ojos observadores.
Boca abajo, estira sus bracitos para ver algo más allá de su cuna, una mujer que le llama dulcemente. La mira, se ríe, y se vuelve a agachar, dejando en el aire una carcajada inocente.

Qué tierna sonrisa, qué hermosa risa.

Espera dos segundos, se escucha el nombre y vuelta a empezar. Ahí está ella, con sus mofletes regordetes, su boquita sin dentadura... le encanta jugar a su escondite

Un cambio.

¡Mirala...! Tan linda como siempre, con peluche agarrado en su brazo derecho el puño cerrado en la izquierda, correteando por el pasillo de la casa. Lo suelta, cuidadosamente en el suelo, lo abraza y seguidamente toca las palmas, disfrutando.

Qué tierna sonrisa, qué hermosa risa.

Se escucha a alguien llamandola al fondo, y ahora, su rostro se transforma serio, pensativo, abre la boca, balbucea y se va corriendo.


Ya tiene dientes.


¡Mirala...! Tan linda como siempre, observando atentamente una barra de labios, la coge, le quita la tapadera, y torpemente imita a su madre, pintándose los labios, dejando rastro, casi llegando hasta la nariz, y sonríe.

Qué tierna sonrisa, qué hermosa risa.

¡Mirala...! Recorre ahora calles de miseria, iluminándolas a su paso, rompe paredes y habla con su interior, haciendo que tormentas irrumpan en la sequedad y campos serenos sobrevivan... mientras, se desvanece. Eso sí, con expresión feliz... tan linda como siempre.

Vida

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una suerte poder conservar esa expresión feliz mientras se camina por calles de misera y de hollan campos yermos. Esperemos que perdure, joven caminante...

El vagabundo sonríe, pero con la felicidad se mezcla ironía y cierto desprecio por un mundo demasiado absurdo para ser tomado en serio.

Irina. dijo...

¡Qué niña tan bonita!

Te cuento algo que me pasó hace unos días:

-Profe, mi perra ha tenido perritos.
-¡Qué bien! ¡Estarás contento! ¿no?
-No mucho, los van a vender y sufrirán sin su madre...
-No te preocupes, se acostumbran muy pronto.

(Un peque me lo dijo por la mañana y al terminar la tarde.........)

-Creo que si a mí me vendieran, no me acostumbraría.

Uffffffff, demasiado pronto para hacerle saber que nos venden tantas veces en la vida..

Besitos, ¿María!?

Ana C.H. dijo...

Qué de vida se respira por aquí (: