Ahora callo, mientras dejo que me lleve la vida, dejando gritos ahogados allá por donde paso
Llegó arrasando y acariciando la vida, transportando espíritus, levantando ánimos...
¿Será que la muerte sólo olvida silbando?
Aportando brisa fresca a dioses sin mundo, sin detenerse en las proximidades del abismo
Observo por el precipicio, ¿Y ya está?
Susurrando las injusticias, velando por la continuidad de los montes...
Cierro el mundo de las adivinanzas para abrir el de la locura, una vez más.
Y vuelta a empezar, incrédulos de la libertad...
Tan sólo, esperar.
¿Nos observan todavía?
[Muerte por vida]