miércoles, 16 de abril de 2008

Ceniza

Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía

hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la ribera,

dejará la memoria, en donde ardía:

nadar sabe mi llama la agua fría,

y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

venas que humor a tanto fuego han dado,

médulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrá sentido;

polvo serán, mas polvo enamorado.

Francisco de Quevedo.


Ais. Nada como los clásicos... Sencillamente, me encanta.

[Muerte por Vida]

3 comentarios:

Markesa Merteuil dijo...

Por algo lo son...

Irina. dijo...

Hablando de clásicos..

¿Crees que Alonso Quijano enloqueció leyendo libros de caballerías o que, por el contrario, prefirió leer libros de caballerías para huír de un mundo absurdo, aunque fuera siendo un visionario?

Besos de lluvia,je,jjee..

Muerte por vida dijo...

Y que no se pierdan, Markesa.

E Irina, elijo la segunda opción. En un mundo como aquel, su modo de vida quizás fuera el mejor. O te hundías o te hundían... Mejor galopar, no?

Besos de brisa